LA GUÍA PRÁCTICA Y CONSEJOS ÚTILES DE MUEBLES DE JARDÍN:
A medida que avanza la primavera y se acerca el verano, aumentan las ganas de disfrutar de tu jardín y del buen tiempo. Una comida en familia, una cena con los amigos o una tarde de relajación al aire libre son varias formas en las que puedes disfrutar de tu espacio abierto. Por tanto, es muy importante elegir correctamente el mobiliario de exterior para el jardín, terraza o patio del hogar. Nuestra guía de compra te ayudará a dar con la elección más adecuada.
Cuidados y mantenimiento de los muebles de exterior
Por muy resistente que sea el material con el que estén fabricados, todos los muebles de exterior requieren unos cuidados mínimos que los mantengan bonitos con el paso de los años. En esta guía, encontrarás algunos consejos para que las sillas, mesas y tejidos se vean radiantes y duren mucho tiempo.
CONSEJOS GENERALES
Aunque cada material requiere unos mantenimientos específicos, existen unos consejos generales que se podrán aplicar a todos los muebles de exterior. A continuación, te mostramos algunos consejos sobre las mejores maneras de cuidar el mobiliario de exterior en general, así como la forma de almacenarlo durante los meses más fríos.
Montaje:
Para evitar daños durante el montaje, usa la caja de cartón como una protección para el suelo. Esto ayuda a evitar que los muebles se rayen, así como marcar el laminado o los suelos de madera.
Instrucciones del fabricante:
Revisar las instrucciones del fabricante al comprar muebles nuevos para el exterior. El uso inadecuado de algunos productos puede dañar los muebles y anular su garantía.
Mantenimiento de tornillos:
Leer atentamente las instrucciones de montaje y prestar especial interés a los elementos que forman parte del montaje. Se recomienda que, una vez montado, los tornillos de aprieten de forma periódica. En muchas ocasiones, los tornillos aflojados pueden acelerar el proceso de desgaste del mueble.
Limpieza superficial inicial:
Cepillar las superficies con un cepillo de cerdas suaves y pasar una bayeta mojada. Los cepillos de dientes resultarán ideales para grietas y rincones difíciles de acceder. Si el mueble no está muy sucio, basta con quitarle el polvo acumulado.
Almacenamiento:
Si los muebles de exterior se van a utilizar también durante el invierno en un ambiente frío o húmedo, se recomienda usar fundas que ayudarán a prolongar su vida. Además, reducirán de forma notable su limpieza y mantenimiento. No obstante, si van a almacenarse durante las épocas más frías, se deberán retirar sus cojines.
Limpieza con limpiador suave:
Para hacer una limpieza más profunda de los muebles, bastará con disolver un par de cucharadas de jabón neutro en un recipiente con agua tibia. Usa una esponja, bayeta o cepillo para limpiar las superficies, y a continuación enjuágalas y sécalas. No uses directamente lejía o productos abrasivos si crees que pueden dañar la superficie. Si no estás seguro de su reacción, te recomendamos probarlos primero en una zona que no se vea.
Eliminación de moho y líquenes:
Para eliminar el moho y los líquenes de la madera, se deberá lijar su superficie de forma suave. Para otros materiales, se deberá frotar con productos específicos. La lejía será la solución recomendada para el plástico y los textiles, siempre y cuando estos últimos no estropee el color de la tela. En las etiquetas, estará indicado si se pueden lavar o no con este producto. En todos los casos, se deberá procurar usar guantes para proteger tus manos.
CUIDADOS ESPECÍFICOS DE LOS MUEBLES DE FIBRAS NATURALES
Los muebles de fibra son muy bonitos a la par que delicados. Suelen fabricarse con mimbre, junco, ratán u otras materias primas de origen vegetal. Se recubren con una capa de barniz o pintura para protegerlos del sol, pero este acaba siempre desquebrajando esta capa protectora y estropeándolos.
Limpieza profunda:
Para eliminar la suciedad y los residuos que se cuelan entre las fibras, se deben limpiar con un cepillo o pincel seco. A continuación, pasarles un paño humedecido con una solución de agua y jabón suave. Por último, dejarlos secar. Se debe evitar un uso abusivo del agua, ya que las fibras se pueden reblandecer.
Mantenimiento:
Hacer una limpieza regular y evitar que la suciedad se incruste en exceso, ya que las fibras naturales no son resistentes a los tratamientos abrasivos o duros. Si la pintura se quiebra, se deberá lijar la superficie con una lija suave, y retocar con pintura o barniz.
CUIDADOS ESPECÍFICOS DE LOS MUEBLES DE MADERA
Los muebles de madera son uno de los más resistentes. Cada cierto tiempo hay que hacerles un mantenimiento para que la madera se mantenga lustrosa. No obstante, muchas maderas envejecen bien y el paso del tiempo hasta los favorece.
Limpieza profunda:
Lijar los muebles eliminará toda la suciedad superficial. Para eliminar las manchas de líquenes o moho, se deberá preparar una mezcla de agua caliente y un blanqueador, como la lejía. A continuación, se deberá frotar la zona afectada, dejar que actúe unos minutos y enjuagar. No olvides ponerte unos guantes protectores.
Mantenimiento:
Para proteger la madera de los rayos ultravioleta, la humedad, la suciedad y preservar su color original, resulta conveniente sellar la madera. Después de limpiar la superficie del mueble, aplicar un aceite conservante del tono que más se aproxime al color de los muebles. Este aceite se recomienda aplicarlo dos veces al año, aunque lo ideal sería hacerlo con cada cambio de estación.
CUIDADOS ESPECÍFICOS DE LOS MUEBLES DE HIERRO Y METAL
El hierro, acero, aluminio y otros metales se usan para fabricar muebles de todos los estilos. De esta forma, se obtienen muebles más clásicos de forja o fundición, y muebles mucho más modernos y minimalistas de acero. Todos estos muebles, suelen llevar un revestimiento para hacerlos más duraderos.
Limpieza profunda:
Limpiar los muebles frotando la superficie con una solución de jabón neutro y agua caliente. En caso de ser necesario, se deberá retocar la pintura, aplicando varias capas de pintura.
Mantenimiento:
Eliminar las manchas de óxido con un cepillo de púas de acero, limpiar el polvo que se haya podido generar y aplicar un líquido protector. Existen ceras especiales para muebles de metal, pero si no se utilizan con frecuencia, se recomienda aplicar un aceite con secantes, como el aceite de linaza.
CUIDADOS ESPECÍFICOS DE LOS TEXTILES DE EXTERIOR
Las telas para uso en exteriores están diseñadas para soportar la acción del sol, la humedad, el moho y las manchas. En su proceso de fabricación, se aplican tratamientos químicos que repelen el agua y filtran los rayos UVA. No obstante, con el paso del tiempo, esta resistencia se debilita, y el tejido empieza a estropearse.
Limpieza profunda:
Los cojines desenfundables se pueden lavar a máquina con agua fría y jabón suave. Si se le añade un puñado de bicarbonato sódico en el agua, se potenciará la acción limpiadora. Se recomienda evitar la lejía, aunque hay situaciones en las que no quedará más remedio que usarla, como en la aparición de moho o las manchas muy incrustadas.
Mantenimiento:
Cualquier derrame o mancha ocasional, se puede limpiar de forma inmediata, antes de que el líquido vertido se seque. Se recomienda hacer una limpieza regular de los tejidos, para eliminar el polvo que se deposita sobre los cojines, y así evitar que la suciedad penetre en la trama de la tela y llegue a complicar su limpieza.
CUIDADOS ESPECÍFICOS DE LOS MUEBLES DE PLÁSTICO
Los muebles de resina, polietileno, polivinilo o cualquier otro plástico suelen ser los más resistentes y fáciles de mantener. En su proceso de fabricación, se le añaden aditivos químicos para protegerlos de los rayos UVA y fungicidas. Su principal ventaja es que resultan unos muebles muy económicos.
Limpieza profunda:
Frotar con jabón suave disuelto en agua, y dejar secar. Las manchas resistentes o el moho, se pueden limpiar añadiendo un poco de lejía a la solución, siempre y cuando las instrucciones del fabricante no indiquen que es un producto contraproducente.